Reunión de trabajo en la RFAE
Aquí hacemos un inciso y una aclaración con respecto a la dificultad de trabajar con organismo deportivos de índole oficial. Salvo honrosas excepciones, como actualmente con la RFAE, ello entraña ciertos problemas por varios motivos que podemos destacar los siguientes:
Cuestión de seriedad.
Los acuerdos se cambian según el que los dirige. Suele faltar continuidad y seriedad. Ello hace muy dificultoso encontrar promotores, ya que el retorno de la inversión puede ser a largo plazo y si ese plazo depende del capricho personal y no de la planificación, no se suelen conseguir. Al trabajar con dinero de los demás sus decisiones se basan más en lo personal que en lo profesional, ya que no suelen tener responsabilidades, y si se equivocan, los demás si perdemos tiempo y el dinero empleado, ellos no.
Cuestión de capacidad intelectual.
Cuando discrepas de ellos suelen utilizar «lo de si me atacas a mí, atacas a todo el deporte y a la organización» A ver señores, el organismo en el que estas, va a continuar existiendo, estéis vosotros o no, no es vuestro cortijo particular, ya que es un organismo oficial, y posiblemente se nutre de dinero público que pagamos todos con nuestros impuesto, y solo estamos diciendo que no lo estáis gestionando debidamente bajo nuestro punto de vista. Enredar al organismo con vuestra propia persona es de capacidad intelectual más bien deficiente. Pero es lo que nos solemos encontrar. Individualismo pretencioso e incompetente jugándose los recursos ajenos de los demás y uniendo en sus figuras al organismo pertinente.
En cambio en las organizaciones privadas la cosa esta más clara y sus normas las ponen ellos, y si coinciden con lo que piensas, perfecto, y si no pasa nada. Es su casa, tiene sus normas, dependen de sus socios, y se juegan su dinero. Por ello abogamos, generalmente, por organizaciones privadas
Cuestión de ubicación.
Y otra cuestión que nos encontramos es «si no estás conmigo, estas contra mí» A ver señores, simplemente no opinamos como vosotros, eso no nos hace mejores que vosotros, ni tampoco peores, solo que tenemos un punto de vista diferente, y hemos elegido otro camino, y seguramente podemos volver a coincidir en un futuro. Simplementre por discrepar con algún aspecto o detalle , ejercen una violenta y agresiva oposición, sin pensar en las consecuencias negativas que para el sector tiene su actitud.
En el caso de la Real Federación Aeronáutica Española-RFAE, no se dan estas circunstancias anteriores.
La política de subvenciones ha dado como consecuencia la falta de profesionalidad como norma, y la desaparición del evento o prueba deportiva a la mínima falta de dicha subvención, ya que cuando se ha tenido el dinero asegurado no se ha cuidado el aspecto profesional.
Hay pruebas deportivas que son verdaderas pachangas, y eso se nota, aunque se quieran disfrazar y se monten eventos para el lucimiento propio, se gastan más dinero en comidas, premios ficticios, alabanzas etc. que en promoción de competiciones reales y serias.
Un promotor tiene que ver un verdadero plan de trabajo, un retorno de la inversión clarificado, un equipo profesional y conjuntado, una capacidad de desarrollo de ideas nuevas y atractivas.
Muchas veces el posible promotor se encuentra que frente a su inversión solo hay humo, afán de protagonismo, una foto y nada más.
Es curioso la aviación es tecnológicamente muy avanzada pero los que componen los estamentos adolecen algunas veces de preparación adecuada.
Nadie nace enseñado, pero la capacidad de compartir ideas distintas, pero trabajar juntos, desarrollar caminos diferentes o novedosos y asumir cada uno sus responsabilidades, puede hacer que las cosas avancen, ¿pero hay nivel intelectual y cultural para ello?
Ya lo dijimos en otra ocasión. Persona culta se define como dotada de cultura o formación.
Para el antropólogo, cultura es el conjunto de conocimientos, creencias, artes, leyes, ideas, oficios, formas de vida y todo cuanto el hombre ha heredado de sus antepasados.
Para el sociólogo todos los seres humanos desarrollados en el núcleo social, y que por tanto comparten creencias, valores, costumbres, tradiciones y educación, poseen una cultura.
O sea que ser una persona culta no es tener dinero o tener estudios. Se puede no tener dinero ni estudios y ser muy culto.
Veamos en qué consiste la planificación.
La planificación es un proceso en el que se establece una necesidad, luego se desarrolla un plan para ver cómo se consigue identificando las prioridades (que muchas veces no se ven a la primera) se preparan estrategias y se organiza como se va a funcionar.
Hay que pensar en el futuro actuando en el presente.
Por regla general la planificación no se suele coincidir con el desarrollo real, pero sirve para realizar los ajustes paso a paso para conseguir el objetivo de forma coherente.
Por ejemplo: Un aeródromo requiere de una alta tasa de impuestos y costes de inicio, si no se planifica con rigor el retorno, con planes definidos y objetivos claros, la apertura puede ser muy deficitaria y ruinosa, a los ejemplos de nuestra geografía nos remitimos, aunque son de mayor escala.
¿Por qué es necesario planificar?
- Para saber lo que necesitas para lograr los objetivos propuestos.
- Puedes visualizar las prioridades reales y tomar las decisiones de una forma más correcta.
- Optimizar recursos.
- Optimizar tu entorno.
- Es una forma de expresar tus proyectos a gente interesada y afín.
- Una guía donde el equipo vea de forma coherente el desarrollo mes a mes.
- Adjudicar responsabilidades claras a todo el equipo, evitando excusas y siendo un arma eficaz para la cohesión.
En medio de la crisis es difícil planificar, pero ello te lleva a ser más creativo, buscando la excelencia, y cuando acabe tienes un camino establecido y posiblemente evites otras situaciones críticas.
Pero la crisis tiene sus ventajas, eliminas a los mediocres, los que buscan la foto, el trabajo fácil etc. aquí no tienen cabida.
El responsable de la dirección tiene que implicarse y asumir responsabilidades claras, asegurandose en que ello es útil y se puede poner en práctica llegando a resultados reales.
Siempre vemos que hay un sinfín de excusas para no hacerlo, «no nos entendemos»,» hay crisis», «no lo vamos a lograr», «eso no lo ha realizado nadie», «lo hacemos de forma voluntaria», etc. etc.
Eso hace que sea más sencillo no planificar por lo siguiente:
Hay que emplear tiempo y dinero, y si dinero hay poco, hay que emplear mucho más tiempo. Pero al final merece la pena.
No planificar enmascara una confusión eficaz y tapa muchas incompetencias.
Si no se consiguen los resultados la culpa siempre la tendrán otros. Si no hay un plan definido se puede ir improvisando y tapando errores y eludir responsabilidades de gestión.
¿Cuándo planificar?
Antes de empezar cualquier proyecto sobre todo si es un camino nuevo o muy difícil, entonces se necesita un proceso de planificación a gran escala uniendo muchos departamentos o asociaciones. A la mejor cada una realiza una pequeña parte pero todas unidas realizan un gran proyecto, coordinar y gestionar todo ello, requiere de un buen equipo y tiempo de preparación.
Ponerlo en marcha requiere un seguimiento constante porque así se detecta cualquier desviación y se puede corregir a tiempo sin que se desvirtúe el plan de trabajo.
Las planificaciones suelen ser para periodos entre uno y varios años, no viéndose resultados de forma inmediata pero si viendo objetivos parciales cumplidos.
Lo recalcamos.
Con la RFAE nos distancian puntos de vista importantes, pero no por ello hemos dejado de trabajar en conjunto para ir limándolos. La comunicación es constante.
Podemos opinar diferente, pero ello no indica que no trabajemos unidos. Y por lo que vemos seguiremos trabajando bastante tiempo, si las circunstancias no cambian.