Meteorología Aeronáutica. Masas de Aire, su origen
Meteorología Aeronáutica. Masas de Aire, su origen
Origen de las masa de aire.
Las masas de aire tienen su origen en las regiones manantiales, que son extensiones de superficie y clima uniforme y cuyas área supera los tres millones de kilómetros cuadrados. Las regiones manantiales coinciden con anticiclones estacionarios, donde el aire permanece casi inmóvil al menos durante una semana, adquiriendo las propiedades características de la zona.
Este es el caso de las islas Azores, donde se forma un conocido y famoso anticiclón, constituyendo un manantial oceánico.
Otras regiones manantiales son las que coinciden con los anticiclones de Siberia, Canadá, Sahara y Pacífico.
La adquisición de las características por parte de las masas de aire es un proceso lento, por lo que se forman en zonas donde se encuentran sistemas barométricos estacionarios, como el cinturón subtropical, Siberia, Norte de Canadá y ambos polos.
Evolución de las masas de aire
La masa de aire, en un momento dado, se pone en movimiento y avanza como una gigantesca e incontenible oleada. A medida que se desplaza experimenta modificaciones debidas a su recorrido y a la naturaleza del terreno.
Regiones generadoras de masas de aire.
Para que una masa de aire tome propiedades uniformes es necesario que se estacione, más o menos, durante cierto número de días sobre una gran región donde la superficie subyacente tenga características uniformes.
Esta región se llama región generadora de masa de aire.
Este aire estacionado se encuentra, la mayoría de las veces, en los grandes anticiclones fijos o lentamente móviles donde, en la proximidad de su centro, el gradiente de presión es débil y el viento flojo o nulo en una gran extensión.
El aire también puede permanecer estacionario durante largo tiempo sobre otras regiones.
A menudo se observan grandes anticiclones en invierno sobre los continentes.
Masas de aire ártico y antártico
Se originan en la proximidad de los polos, sobre las aguas heladas del océano Ártico y los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida.
Se caracterizan por sus bajas temperaturas y su débil contenido de humedad, a consecuencia de lo cual la nubosidad es escasa y el riesgo de precipitaciones muy reducido.
Son muy estables debido a la fuerte inversión térmica que crea el fuerte enfriamiento de las capas inferiores de la atmósfera y la subsidencia del aire en las regiones de altas presiones.
Las invasiones de aire ártico que a finales de invierno o comienzo de primavera afectan a Europa occidental se inestabilizan en su recorrido por el océano Atlántico ocasionando fuertes nevadas y descenso anormal de las temperaturas.
Masas de aire polar
Aire polar continental (CP). De origen siberiano
A pesar de su nombre, las regiones fuente de estas masas de aire se sitúan en zonas alejadas de los polos, entre 50º y 70º de latitud.
Las masas continentales son frías, secas y de estratificación estable porque se forman en las zonas de altas presiones del interior de Asia Central, este aire mantiene sus características al desplazarse por superficies frías y secas.
Durante el invierno es responsable de las olas de aire seco y frío en el continente.
El tiempo asociado suele ser de cielos despejados y fuertes heladas.
No existen manantiales en el hemisferio Sur debido al dominio del océano en estas latitudes.
Cuando se desplazan al Sur, sobre regiones terrestres más cálidas, aumentan su temperatura y se inestabilizan, dando lugar a la formación de cúmulos pero sin aporte de precipitación.
Masas de aire polar
Aire polar marítimo (mP).
Su origen se encuentra en la zona norte de Canadá, Groenlandia, etc.
Al atravesar el océano Atlántico el aire polar incrementa su temperatura y se humidifica considerablemente, convirtiéndose en inestable.
Una típica situación a escala sinóptica suele centrar una baja presión en las proximidades de Islandia.
El tiempo asociado suele ser variable, con nubes de carácter convectivo.
Sobre zonas más cálidas pueden desarrollarse sistemas tormentosos.
Masas de aire tropical
Aire tropical continental (cT). Su origen se encuentra situado en zonas del desierto del Sahara y de Arabia.
Este aire es inicialmente muy seco e inestable y durante el verano suele provocar olas de calor y altas temperaturas en el continente.
Al atravesar el mar Mediterráneo, adquiere algo de humedad y es susceptible de ocasionar fenómenos tormentosos.
Sus manantiales son las células oceánicas y continentales de altas presiones en las latitudes tropicales.
El aire seco procede de las extensas áreas desérticas que crea la subsidencia anticiclónica y es seco, estable y cálido.
En verano, el intenso calor que desprende el suelo causa remolinos y tormentas de arena (Sahara, Australia).
Masas de aire tropical
Aire tropical marítimo mT
Su origen se encuentra con frecuencia en la zona atlántica (entre Azores y Bermudas).
Este aire cálido y húmedo en las capas bajas, al atravesar el océano en invierno se enfría y estabiliza provocando brumas, nieblas o nubes de tipo estrato.
En verano el aire, a causa del calentamiento solar, se convierte en inestable y puede dar lugar a fenómenos convectivos.
El aire tropical marítimo es muy húmedo.
Propicia la formación de nieblas de advección, asociadas a nubes estratiformes de poca altitud y lluvias débiles.
Al fluir sobre la zona mediterránea, es probable que durante el verano adquiera la condición de masa fría por contraste con la temperatura más cálida del mar sobre el que discurre.
Por este motivo, al pasar la masa de aire sobre una superficie más cálida tenderá a aumentar la inestabilidad.
No obstante, cuando la diferencia de temperatura es ligera el desarrollo nuboso suele limitarse a nubes cumuliformes y escasa precipitación.
Masa de aire ecuatorial (tropical)
En las latitudes bajas los contrastes térmicos son débiles y la identificación de la masa de aire no es tan sencilla.
El aire ecuatorial se caracteriza por tener elevadas temperaturas, alto contenido en humedad y una elevada inestabilidad.
Esto posibilita el crecimiento de grandes torres de nubes cúmulos y cumulonimbus, de las que caen lluvias intensas a causa del elevado contenido de humedad absoluta que contiene el aire cálido.