La Niebla en la aviación

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La Niebla en la aviación

La Niebla en la aviación

Es un tipo de condensación que provoca grandes peligros en el vuelo, aunque no afecta a la navegación aérea, pero es un obstáculo para el despegue o el aterrizaje ya que las tripulaciones necesitan tener un contacto visual que garantice estas las operaciones sin riesgo. La niebla es, en realidad, una nube baja formada por el mismo proceso de condensación de la humedad, pero se le llama niebla cuando está colocada físicamente muy cerca de la superficie terrestre.

En el caso de la maniobra de aterrizaje, este contacto se establece cuando el avión llega a estar a una altura sobre el aeródromo, denominada «altura de decisión», y evitar que el piloto realice un aterrizaje fallido.

Su valor está fijado por las autoridades responsables de la seguridad del tráfico aéreo, que prescriben igualmente un valor mínimo de la visibilidad o, más exactamente, del alcance visual en pista. Estos dos valores constituyen los mínimos del aeródromo y son publicados en los AIP.

En los METAR , que son informes meteorológicos rutinarios de aeródromo, van indicados tanto la Visibilidad Horizontal como la Vertical.  Se emiten cada media o una hora.

El alcance visual horizontal en pista es la visibilidad, a lo largo de la misma, observada desde la cabecera y en la dirección de aterrizaje,esta medición suele ser por medio de una célula fotoeléctrica.

 

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El desarrollo tecnológico actual de instalaciones de radio-guías mucho más precisas, tanto en tierra como a bordo de los aviones, permite actualmente bajar los mínimos. Así, para las aproximaciones ILS de categoría II, la altura de decisión puede ser bajada a 30 metros y el alcance visual en pista puede establecerse en menos de 500 metros.

Hay muchos tipos de niebla pero todas se forman cuando la temperatura y el punto de rocío se acercan estrechamente (el punto de rocío se define como la temperatura a la cual el aire se saturará y debajo de la cual tendrá lugar la condensación).

En noches claras y frescas, la Tierra disipará su calor, haciendo que la superficie terrestre llegue a ser relativamente fría. El aire, en contacto con la Tierra se enfriará en los niveles más bajos haciendo que la humedad se condense en forma de niebla. La niebla se forma rápidamente y puede ser disipada por el viento (mezclando el aire con zonas de temperaturas más altas, absorbiendo así la humedad) o por el agregado de calor, inmediatamente luego de la elevación del Sol.

Cuando un flujo de aire húmedo choca contra una superficie fría, el resultado de este movimiento horizontal será asimismo el de la formación de niebla. Un ejemplo de esto es la niebla monzón, que se forma cuando el aire caliente del continente sopla sobre la superficie del océano, que es más fría.

Veamos un aterrizaje en condiciones límite en el aeropuerto de Zúrich-Kloten.

 

y otro de Cat II aterrizando en Munich

 

 

2 Comments so far:

  1. […] extraño por estas latitudes. Tampoco lo es en la aviación, donde se considera a la niebla como uno de los peligros meteorológicos más comunes. La rapidez con la que se puede formar niebla hace que el fenómeno sea especialmente […]

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