Niebla, bruma y calima en la aviación
Niebla, bruma y calima en la aviación.
La niebla es un conjunto de minúsculas gotitas de agua que entorpecen la visibilidad.
La niebla no es más que una nube a nivel del suelo.
Se dice que se trata de niebla, cuando la visibilidad está reducida a menos de 1 Km.
Si la visibilidad es superior a 1km pero menor que 10km, se la define como neblina.
Las nieblas, se clasifican según el proceso que les da origen en:
- – Niebla de radiación.
- – Niebla de advección.
- – Niebla de evaporación- Humo de mar
- – Nieblas frontales
Niebla de radiación
En este caso el aire se enfría por pérdida de calor desde el suelo durante la noche (por irradiación de calor al espacio).
Este enfriamiento del suelo hace que el aire en contacto con él también se enfríe.
La capa afectada, resulta ser de unos pocos metros de espesor, ya que el aire es pésimo conductor de calor.
Para ello es necesario que el cielo esté claro o casi claro y que las velocidades del viento sean muy bajas (entre 3 y 13 Km/h) con una humedad relativa alta.
Estas nieblas ocurren preferentemente en invierno y en general se disipan una o dos horas después de la salida del sol.
Niebla de advección
Se genera cuando una corriente de aire cálido y húmedo se desplaza sobre una superficie más fría.
El aire se enfría desde abajo, su humedad relativa aumenta, pudiendo llegar a la saturación.
Para su formación, es necesario que los vientos sean moderados (entre 8 y 24 km/h.) de manera que pueda mantenerse el flujo constante de aire cálido y húmedo.
Las nieblas de advección son frecuentes a lo largo de las costas, especialmente en invierno, cuando el aire húmedo proveniente del mar fluye hacia la tierra.
Nieblas de evaporación-Humo de mar.
Este tipo de niebla se origina cuando una corriente de aire frío se desplaza o permanece sobre el mar o espejos de agua relativamente más calientes.
En estas condiciones, se produce una incorporación de vapor de agua desde el mar al aire.
Este vapor satura enseguida al aire frío y se condensa formando nieblas.
Son comunes en las zonas polares, cuando el aire muy frío (-15 ºC o – 20 ºC) se mueve sobre el mar libre de hielos (con una temperatura alrededor de 0 ºC)
Nieblas frontales
Este tipo de niebla se genera delante de un frente caliente.
Cuando llueve, si el agua que cae tiene mayor temperatura que el aire de su entorno, las gotas de lluvia se evaporan y el aire tiende a saturarse.
Se forman así nubes bajas o nieblas dentro del aire frío.
Son nieblas generalmente espesas y muy persistentes.
Se disipan luego del paso del frente.
Niebla, Neblina, Calima y Smog
Niebla.
Internacionalmente se define la niebla como una nube en contacto con el suelo o a poca altura que envuelve al observador y restringe la visibilidad valores inferiores a 1.000 metros.
Neblina.
Está constituida por una nube más tenue que la de niebla y en ella la visibilidad es superior a 1.000 metros e inferior a 3.000 metros.
Humo.
Es una polución atmosférica producida por combustión imperfecta, en general, del carbón. Aparece, como es lógico, en las proximidades de las zonas industriales.
Calima.
Está constituida por pequeñas partículas de polvo que enturbian el aire y en ella la visibilidad es de dos a cinco kilómetros.
Ninguno de estos fenómenos puede considerarse absolutamente puro. En la neblina y la niebla, además de las gotitas de agua hay partículas de sal, polvo, hollín y otras, que al actuar como núcleos de condensación estimulan la formación de niebla. Los ingleses utilizan el término Smog (Smoke-fog) para definir una niebla constituida por gotitas de agua y humo, muy frecuentes en el área de Londres.
Las nieblas pueden ser delgadas o espesas. En las primeras se aprecia el disco solar y se extienden a poca altura. Las nieblas espesas son más persistentes y a veces constituyen un estrato del orden de 1.000 metros.
Muy bien explicados los fenomenos de nieblas en sus diferentes tipos.