Primer destino Ala 12 – Ejercito del Aire

Primer destino Ala 12

Después del periodo de formación de cinco años en la AGA y entregados los Reales Despachos de Teniente, se nos asigna el primer destino como militares profesionales. Publicadas las vacantes en las diferentes unidades, los componentes de la Promoción vamos escogiendo nuestro destino por orden de antigüedad o puesto en el escalafón. Para determinar el orden o lugar en el escalafón, se valora la nota de ingreso y las calificaciones obtenidas en los cinco años de Academia. Estas calificaciones engloban muchos conceptos entre los que cabe destacar los resultados académicos, la aptitud para el servicio, los informes personales de los Jefes de curso, el nivel de inglés, etc.

Otro factor fundamental y decisivo a la hora de elegir nuestro primer destino, es la especialidad de cada oficial que es el resultado de las calificaciones obtenidas en los diferentes cursos de vuelo que se van superando en la AGA y en las escuelas de especialización durante el quinto curso. Esta especialidad obtenida en la AGA se mantendrá durante toda la carrera del oficial y no cambiará salvo casos excepcionales o por problemas médicos. Para el personal de vuelo las especialidades son tres: Caza y ataque, transporte y helicópteros. Dado que la especialidad obtenida no cambia durante la vida profesional es muy importante para el alumno en sus años de Academia trabajar duro y prepararse a conciencia con tal fin, ya que no hay segundas oportunidades y una vez perdida la oportunidad de ir a una determinada especialidad, no hay marcha atrás.

Con todas estas vicisitudes y después de cinco largos años de mucho trabajo, llegó el día de elegir nuestro primer destino. Por la especialidad obtenida y mi posición en el escalafón de la promoción, tuve la opción de escoger el destino que siempre había deseado: El Ala-12 en la Base Aérea de Torrejón- Madrid donde me esperaba uno de los mejores aviones de combate del momento, el F-18.

Junto a cuatro compañeros más de la promoción me presenté en Torrejón un caluroso día de julio de 1995. Con nuestros flamantes uniformes de paseo de Teniente y con gran ilusión nos presentamos en el despacho del Coronel Jefe del Ala-12. Tras unas palabras de bienvenida y unos pocos días de permiso, a trabajar. En mi caso fui destinado al 121 Escuadrón de Fuerzas Aéreas. Nada más llegar me encontré con un excelente grupo de profesionales que me hicieron sentir como uno más y desde el principio se esforzaron en enseñarme todo lo que tenía que saber del avión y de la vida en un Escuadrón de Fuerzas Aéreas.

El curso del avión lo hicimos en Zaragoza en el recién creado 153 Escuadrón donde se centraliza la instrucción de todos los pilotos de F-18 en España. Aunque parezca mentira tras siete vuelos llega la suelta. Ese día lo recuerdo muy bien. Subirme en un caza de nueva generación y ser capaz de realizar la misión sin novedad, fue algo inolvidable.

De vuelta a Torrejón con la calificación de LCR (Limited combat ready) o lo que es lo mismo, listo para el combate con limitaciones, empezó la vida cotidiana en el Escuadrón. Empezamos a hacer todo tipo de misiones dentro de nuestro plan de adiestramiento básico. Los pilotos más experimentados del Escuadrón nos inculcaban las técnicas del combate aéreo, a volar baja cota y a realizar todo tipo de misiones con seguridad y profesionalidad. Nosotros como Tenientes modernos, teníamos una obligación que consistía en aprender de los expertos pilotos del Escuadrón que daban lo mejor de si mismos para enseñarnos a ser los mejores pilotos.

Ejército del Aire, www.ejercitodelaire.mde.es

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