Energía en el combate Aéreo Capítulo 2
Energía en el combate Aéreo Capítulo 2
Energía de «toma de contacto» en combate aéreo.
Asumiendo que te encuentras con un contacto a aproximadamente tu misma altitud y en tu cuadrante frontal mientras te desplazas a toda pastilla, el estado relativo de energía es mayormente desconocido hasta que entras en combate. Aun así, teniendo experiencia, lo puedes deducir bastante mucho antes del encuentro.
Tan pronto como divises al contacto debes de empezar a calcular y comparar: tu propia velocidad; diferencia de altitudes; rumbo y ángulo de cola (14); ritmo de acercamiento; tipo de enemigo y si te ha visto o no. Si os encontráis de frente la probabilidad de que no te haya visto es poca (¡aunque sucede!) y lo único que te proporciona una pista es el ritmo de acercamiento. De aquí que, desde el punto de vista de la adquisición de datos, una aproximación frontal es como el peor caso de todos.
(14) El ángulo de desfase de cola se mide como la diferencia angular entre la trayectoria del avión enemigo y la nuestra en el plano horizontal. Un ángulo cero indica que los dos aviones llevan la misma dirección. El ángulo de desfase de morro se mide como la diferencia angular entre la trayectoria de un avión y la complementaria del otro. Un ángulo cero indica que los dos aviones van en direcciones opuestas.
Si tu intención es entrar en combate más que retirarte, es mejor con diferencia poner un poco de separación lateral (horizontal) apuntando con el morro a cualquiera de los lados del enemigo. Ya sabes que le has visto, y el desplazamiento hacia un lateral es tu primer movimiento ofensivo -la cuestión es, ¿te ha visto él a ti? y ¿cuál será su respuesta?. Y más importante, ¿cuál es su estado de energía?.
Otra forma de manejar la misma situación es añadir también una componente vertical (esto es, picar o ascender ligeramente). Mientras que esto te roba algo de velocidad o altitud, materialmente no degrada tu energía, al contrario, y da respuesta a las mismas preguntas planteadas más arriba.
El piloto principiante en general no se plantea otro movimiento que aquel que le lleva directamente hacia el enemigo -es decir, apunta su aparato en línea recta hacia el enemigo, y cuando éste pasa zumbando (suponiendo que no colisiona), fuerza el viraje todo lo que puede hasta apuntar nuevamente hacia él. Es innecesario decir que esta aproximación es algo más que ineficaz, es también totalmente previsible. Este tipo de lucha no contempla ningún tipo de adquisición de datos o refinamiento táctico en absoluto, es una mera cuestión de poner «ges» y aletear por ahí con la vana esperanza de tener a tiro al enemigo.
Ahora, en un primer contacto, el objetivo es hacer una evaluación del estado relativo de energía e idear un plan de acción para el combate subsiguiente -otro que ir siguiendo al enemigo. Debes estar relativamente seguro de si tienes la ventaja o no, y este proceso de recolección de información es concurrente con maniobrar hacia una posición ventajosa. Nuevamente en vez de dirigirte derecho a la lucha, aseguras un elemento de separación lateral apuntando generosamente a un lado del enemigo. Su reacción a este movimiento te dice mucho de sus intenciones y conciencia situacional, al igual que de su nivel de energía. Asumiendo que tenéis más o menos el mismo nivel de energía y que el enemigo hace lo más previsible que es apuntar su avión hacia ti, acabas de iniciar una maniobra que se conoce como giro anticipado. En este momento puede parecer que el enemigo tiene la mejor posición dado que te está apuntando, sin embargo, son meros artificios. En el instante en que el enemigo se sitúa en posición para un tiro de alta deflexión, haces un giro hacia él y le sobrepasas maniobrando a sus seis con un reverso vertical, aprovechando después la ayuda de la gravedad para cortar hacia él en su (previsible) giro. Notar que ésta no es más que una de las muchas tácticas posibles que se pueden elegir.
Una vez que se ha realizado el movimiento de apertura deberías ser bastante consciente de las energías involucradas, y de la habilidad de tu oponente. Ahora eres libre de buscar el camino hacia una posición favorable de tiro. Volveremos a las maniobras de este punto en los siguientes capítulos.
Estas energías de «toma de contacto» pueden ser más o menos fáciles de determinar, siendo el caso más difícil el de aproximación frontal a la misma altitud. Es mucho más fácil determinar la energía relativa si el enemigo se mueve cruzando por delante de ti, y especialmente en el caso en que navegue a menos altitud. Lo que debes tener presente es que la energía que tengas al principio del combate es la que hay: una vez que empiezas a girar, te verás forzado a consumir energía. Es también aquí, al principio de la lucha, que el piloto novel hace el mayor gasto de energía, yendo a discreción tras el enemigo sin considerar si es una buena decisión o no el hacerlo.
He mencionado anteriormente vectores y posición como un factor importante en el juego de la energía. Considera nuevamente el cruce frontal, pero esta vez desde un punto de vista defensivo. En este caso el objetivo es evitar la lucha, así que en vez de desviar tu trayectoria hacia un lateral, te diriges hacia el rival -pero no derecho a él. Querrás pasar suficientemente cerca para evitar que se sitúe a tus seis aunque lo bastante lejos para evitar un simple intercambio de fuego frontal. Si el enemigo quiere tener alguna oportunidad de entrar en combate contigo, tendrá que hacer un giro anticipado para situarse en tu hemisferio dorsal en el momento en el que pases. Esto está sin embargo fuera del alcance de la mayoría de los pilotos, dándote la oportunidad de una fuga fácil. Lo que haces es volver la energía del rival en contra suya, sabiendo que tiene que gastar energía para situarse en una posición favorable (a tus seis). Si calcula mal su maniobra o no realiza ninguna maniobra antes del encuentro, estarás aumentando la separación todo el tiempo, saliendo rápidamente de su envolvente de tiro si se diera el caso. Para cuando ha vuelo hacia ti su aparato no solamente te encuentras a una distancia segura sino que has conservado toda tu energía inicial, mientras que él ha perdido ambos posición y energía.
Energía «cercana» en combate aéreo
Cuando estás en combate en un duelo a giro, sea de morro-a-cola o de morro-a-morro o en lucha vertical, la creencia popular es que la energía no cuenta, que solo importan los ángulos. Nada puede estar más lejos de la realidad. La Energía es siempre importante. La energía es lo que permite entrar en combate o interrumpir la lucha, es lo que te indica si podrás realizar o no una cierta maniobra. Seguir la pista a los estados energéticos cuando se está combatiendo como poseídos es un verdadero desafío dado que posiciones, altitud, ángulos y cargas de gravedad cambian constantemente. Aquí, tienes que pensar en términos de «nivelado», «cuesta arriba» y «cuesta abajo». Tendrás que vigilar altitudes relativas y diferencias mínimas de altitud con mucha atención y fijarte especialmente en alguna señal que indique que el enemigo intenta situarse detrás, empleando bien los aerofrenos, cortando gas o bien aleteando con el timón de cola. Una entrada en pérdida por descuido después de una trazada excesivamente cerrada en una persecución con anticipación, una maniobra realizada con poca atención, perder momentáneamente contacto visual, es todo lo que se necesita para perder una ventaja de energía y que cambien las tornas.
El objetivo en la lucha cercana a cara de perro es indiscutiblemente poner a tiro al enemigo sin demora. En cualquier caso, cuando lo consigas querrás tener la mayor probabilidad de conseguir un derribo. En este aspecto es de gran ayuda pensar en términos de energía: querrás mermar su energía y por tanto sus opciones hasta un estado en que sea totalmente predecible y no tenga otra posibilidad que aletear delante de tus ametralladoras. Mientras tenga energía podrá maniobrar en contra tuya: una vez esté sin energía, estará a tu completa merced (asumiendo naturalmente que tú conservas la tuya y que consigues una buena posición detrás de él). Este proceso de merma de energía es bastante gratificante, pero no está desprovisto de un cierto riesgo dado que el proceso no es inmediato. Si eres principalmente un piloto de ángulos, tendrás que emplear más tiempo con el enemigo, ponerte a sus seis y permanecer ahí. Esta práctica es completamente inapropiada para cualquier combate que no sea un uno contra uno, e incluso en este caso es discutible que sea saludable que «juegues con tu comida». El piloto de energía reduce la energía del enemigo de otra manera: sometiéndole a una serie de ataques que no le dejan más opción que gastar energía con maniobras defensivas muy bruscas.
Aprender a mantener tu energía y hacer gastar la suya a tu enemigo es indiscutiblemente la diferencia entre el piloto experto y el inexperto. Poco a poco, aprenderás a realizar tus movimientos al precio más bajo posible, cuando llega el momento propicio de hacerlo. He aquí algunas claves:
- A alta velocidad haz pequeños movimientos.
- Alabear gasta menos energía que tirar del timón de profundidad.
- Si necesitas ralentizar tu avance, intercambia velocidad por altitud y alabea para mantener al enemigo a la vista.
- Realiza los giros más pronunciados cuando el coste de energía es menor -es decir, cerca o en el punto más alto de las maniobras verticales.
- Deja de hacer pasadas improductivas que te hagan incurrir en una penalización de energía.
- En una lucha de giro, usa persecución retardada para aumentar tu energía.
Capítulo 1 – Velocidad es vida
Capítulo 2 – Energía de «toma de contacto» en combate aéreo
Capítulo 3 – ¿Qué significa realmente «energía del enemigo en el combate aéreo
Capítulo 4 – La energía en el combate aéreo «a cara de perro»