Revisión de los motores del avión Cap.1
Revisión de los motores del avión Cap.1
RAZONES PARA DESMONTAJE DE LOS MOTORES DE AVIÓN
En general, la vida de los motores de avión en el tiempo intermedio de las revisiones periódicas, depende de muchos factores, tales como la calidad de la fabricación o revisión y la calidad del mantenimiento a que están sometidos, etc.
Las casas constructoras dan a sus motores un cierto número de horas de funcionamiento normal.
Cumplidas estas horas, el motor, aunque su comportamiento sea correcto, debe desmontarse del avión para su total despiece y ajuste de sus elementos.
En el tiempo intermedio de estas revisiones, el motor puede sufrir una serie de averías internas, que no podremos precisar, pero que nos obligarán a cambiar el motor antes de las horas fijadas, con el fin de no perder de vista uno de los principios fundamentales de la Aviación: «Máxima seguridad en el vuelo.»
Seguidamente damos una serie de inspecciones, ajenas a las normales, para cuando el motor se vea sometido a los casos siguientes:
PARADA REPENTINA
Se define como una parada rápida del motor debido a que una o varias palas de la hélice golpea un objeto de manera que las revoluciones del motor bajan a cero y no vuelven a recuperarse. Cuando tiene lugar una parada repentina, puede ocurrir un deterioro interior, tal como dientes de engranaje agrietados o saltados, desalineación del cigüeñal, cojinetes deteriorados, etc. Los motores que sufre» una parada de este tipo, sin necesidad de inspección alguna, deben ser desmontados.
REPENTINA REDUCCIÓN DE LA VELOCIDAD (La hélice choca con un pequeño objeto móvil)
Definimos esta anomalía como una rápida reducción en las revoluciones del motor, que sucede cuando una o más de las palas de la hélice choca contra un pequeño objeto móvil, tal como una caja de herramienta o algo parecido; el motor, sin embargo, continúa funcionando y recupera sus anteriores revoluciones. Aquellos motores que han sufrido una reducción en su velocidad habrán de someterse a la inspección que detallamos seguidamente:
1º Desmóntese e inspecciónense los filtros de aceite por si en ellos hubiera partículas de metal. Los tapones del colector de aceite, vertiéndose el aceite que salga en un recipiente limpio, que se filtra a través de un paño limpio, para comprobar si existen partículas metálicas. De encontrarse pesadas partículas de metal que sean claro indicio se un fallo definitivo de algún elemento interno del motor, sin seguir la inspección deberá de desmontarse. Si, por el contrario, las partículas de metal fuesen como limaduras, se continuará examinando el motor para comprobar si se encuentra en condiciones de seguir prestando servicio.
2º Compruébese el eje de la hélice, respecto a mala alineación. Con un indicador apropiado tipo de esfera con unas divisiones de 1/1000, se sujetará por medio de abrazaderas a la sección del morro del motor, comprobándose el eje de la hélice respecto a la desviación de las colocaciones de los conos, anterior y posterior, de la hélice. Los ejes de la hélice se comprobarán por si estuviesen desviados, girando el cigüeñal por medio de una barra adecuada.
En todo caso, antes de comprobar la desviación de los conos de la hélice, deberán quitarse las bujías anteriores y posteriores de los cilindros, con el fin de que se pueda mover el cigüeñal con más facilidad.
Cuando la desviación del eje de la hélice en el asiento del cono anterior es mayor de 0,015 de la lectura total del indicador, el motor debe desmontarse. Si la desviación de dicho asiento es menor de la cantidad indicada, se deberá comprobar el asiento posterior. Si se encuentra alguna desviación en este asiento que no esté en el mismo plano que la del asiento anterior, el motor debe desmontarse. Si la desviación del asiento posterior no sobrepasa los límites especificados, se instalará una nueva hélice en servicio, efectuándose otra comprobación adicional para asegurarse que está dentro de los límites de servicio.
3º Se hará funcionar el motor para comprobar la suavidad de funcionamiento y del rendimiento. Si el motor funciona bien durante la prueba en tierra, el motor se parará y se repetirán los procedimientos descritos en el apartado 1.°
Cuando no hay indicación de existencias metálicas de importancia en los filtros y aceite del colector, se hará una prueba en vuelo de dos horas de duración, sin alejarse de la base de partida, como previsión de una posible emergencia.
En el caso de que el motor funcione adecuadamente durante la prueba de vuelo, se comprobará otra vez si hay partículas metálicas en el sistema de engrase. Si no se encontrará después de la prueba de vuelo, el motor se considerará útil.
Sin embargo, cada diez horas de funcionamiento deberán inspeccionarse los filtros de aceite y tapones del colector. Si durante tres inspecciones consecutivas, o sea a las treinta horas de vuelo, no se encuentra nada anormal y su funcionamiento y rendimiento han sido correctos, el motor se halla totalmente en servicio y sólo se le practicarán las inspecciones normales de mantenimiento.
REPENTINA REDUCCIÓN DE VELOCIDAD [La hélice choca contra un objeto inmóvil)
Cuando el motor está funcionando y las revoluciones de la hélice se reducen súbitamente debido a que choca contra un objeto inmóvil, como, por ejemplo, el suelo, una rampa, un edificio, o en la pista de despegue, el motor, sin necesidad de hacerle inspección especial alguna, deberá ser desmontado del avión.
PARTICULAS METALICAS EN EL ACEITE
Por lo común, las partículas metálicas en los filtros de aceite de un motor son clara indicación de un fallo parcial interno.
Ahora bien: debido a la construcción de los sistemas de engrase del motor, es posible que se hayan recogido partículas metálicas en el sistema de engrase durante un fallo procedente del motor, lo que deberá tenerse muy en cuenta cuando se encuentran partículas metálicas en los filtros y, sobre todo, si el motor está recién rectificado, estas partículas pueden proceder de una falta de limpieza en el montaje.
Por otra parte, también con frecuencia, la carbonilla tiende a desprenderse del interior del motor en piezas relativamente grandes que tienen la apariencia de trozos metálicos. Sin embargo, podemos distinguir fácilmente la carbonilla del metal, colocando la lámina aparecida en los filtros, sobre un objeto metálico plano y golpeándolo con un martillo, observaremos que si la partícula era de carbonilla se desintegrará con el golpe, mientras que si es metálica, permanecerá intacta o cambiará de forma según la maleabilidad del material de que se trate.
Precisaremos que antes de desmontar un motor que se supone tiene fallo interno, indicado por materias extrañas aparecidas en los filtros y colector de aceite, deben recogerse todas las partículas aparecidas a fin de enviarlas, junto al motor, para su análisis. Para obtener estas partículas, como decíamos, se pueden filtrar mediante un paño limpio y así quedarán separadas del aceite.