Medicina Aeronáutica-Cambios de presión

Se puede decir que el hombre puede volar con seguridad hasta los primeros 8000 pies (2440 metros) de la atmósfera, pero en altitudes superiores a los 10000 pies (3.000 metros), su seguridad queda reducida a un margen muy pequeño, siendo necesario el aporte suplementario de oxígeno, para cabinas de aviones no presurizados.

Para asegurar la idónea operatividad de la tripulación de una aeronave que por ejemplo, se dedica al transporte de pasajeros, se presuriza la cabina.

De esta forma se mantiene en todo momento una presión en el avión que equivale a un valor aproximado al del nivel del mar, evitando casos de hipoxia.

El método más normalmente empleado para la presurización de la cabina, es mediante la inyección de aire comprimido que proviene del compresor del motor una vez enfriado. Previamente se fija una válvula de escape conectada a un barómetro, al nivel de presurización óptimo, de manera que automáticamente la presión se mantiene constante.

Gases comprimidos

Otro tipo de cavidades son las que existen en los senos paranasales bloqueados en el oído medio, que pueden causar dolores de tal magnitud que resulten incapacitantes.

Los baro traumatismos más comunes se localizan en los senos de la cara, oído y cavidades dentarias, que a continuación detallamos.

A) Barotitis media.

Durante el ascenso la presión en el oído medio es superior a la ambiental y durante el descenso es inferior a ésta. En ambos casos las presiones deben equilibrarse a través de la Trompa de Eustaquio.

Cuando existe una infección respiratoria alta habiendo un problema de permeabilidad en la Trompa de Eustaquio, se crean gradientes de presión entre el oído medio y el exterior.

Empleando la maniobra de Vasalva, que consiste simplemente en un bostezo o deglución, favorecen la contracción de la musculatura faríngea que facilita la permeabilidad de la trompa de Eustaquio igualándose así las presiones exteriores con la del oído medio. Si a pesar de ello no se abren, se produce por la diferencia de presión de ambos lados de la membrana timpánica una Barotitis, que comienza con una sensación de ocupación de los oídos, un dolor progresivo y si la presión de ascenso es superior a los 30 mm. Hg, o a la de descenso inferior entre 100 y 300 mm. Hg, puede provocar la rotura timpánica.

B) Aerosinusitis.

El aire contenido en los senos nasales y paranasales se afecta con los cambio de presión produciéndose variaciones de volumen pero al tratarse de cavidades no dilatables se traduce en dolor.El síntoma principal es el dolor localizado, que puede ser muy intenso y puede aliviarse al invertirse el cambio de presión.

C) Aerodontalgía.

Se produce en caso de caries mal empastadas con cavidades que contienen un volumen de gas, el cual al expansionarse con el ascenso produce dolor por efecto mecánico sobre la pulpa dentaría.

Disbarismo

Como consecuencia, de nuevo, de la reducción de la presión atmosférica, se produce la formación de burbujas gaseosas que dan lugar a la Enfermedad Descompresiva (EDC).

El remedio más idóneo para vencer dicha enfermedad, consiste en someter a la persona afectada a una presión igual o superior a la que ha estado expuesta. Esto se con sigue mediante cámaras hiperbáricas.

El proceso es idéntico a los buceadores, solo que en su caso y puesto que en éstos la enfermedad viene como consecuencia de un aumento considerable de la presión, el tratamiento consistirá en someter al individuo a una presión igual o inferior a la que ha estado sometido, mediante una cámara hipobárica.

El elemento responsable de formar las burbujas de gas en la Enfermedad Descompresiva EDC es el nitrógeno, cuyas características más resultantes son:

• a) Es un gas inerte, incapaz de combinarse con otras sustancias orgánicas.
• b) Baja solubilidad en la sangre.
• c) Gran cantidad de este elemento existente en solución en el organismo humano, estimado en un litro.

Cuando se reduce la presión atmosférica, el nitrógeno disuelto en los tejidos en estado de saturación se satura todavía más formando burbujas de gas.

Los factores que causan la Enfermedad Descompresiva EDC son los siguientes:

A) Velocidad de ascenso.

Cuando mayor sea la velocidad a la que se realiza la reducción de la presión barométrica ambiental, mayor será la formación de burbujas de nitrógeno.

B) Altitud final.

Los 5.500 metros es un umbral de altitud para la aparición de la Enfermedad Descompresiva EDC que continua siendo rara hasta los 7.600 metros aumentando desde este nivel la frecuencia e intensidad a medida que aumenta la altitud.

C) Altitud inicial.

La exposición a presiones superiores a la atmosférica previamente al ascenso aumenta considerablemente la susceptibilidad de la Enfermedad Descompresiva EDC, ya que a esos niveles a los que se respira una mezcla de gases a hiperpresión aumenta el contenido hístico del nitrógeno que puede llegar a formar burbujas asintomáticas al nivel del suelo y que al elevarse en la atmósfera originen síntomas.

Se puede decir, que el buceo es una actividad nada recomendable a los pilotos, no debiendo volar hasta por lo menos 48 horas después de una inmersión.

D) Tiempo de permanencia en la altitud.

Es recomendable un reposo de 48 horas en ascensos no superiores a 4600 metros puesto que la reincidencia de la Enfermedad Descompresiva EDC aumenta si acabamos de estar expuestos a una baja presión.

E) Ejercicio.

Después de realizar un ejercicio físico, se recomienda efectuar un reposo antes de exponerse a una altitud que implique una reducción considerable de la presión atmosférica.

F) Otros factores.

Como la edad, obesidad, etc.

Hay dos tipos de Enfermedad Descompresiva EDC atendiendo a las manifestaciones clínicas:

Enfermedad Descompresiva EDC tipo I.

Es leve y desaparece cuando se desciende al suelo. Los síntomas de las articulaciones, es un dolor que afecta a una o varias articulaciones de forma simultánea o sucesivamente.

El dolor es profundo, aumenta de intensidad con el ascenso y causa severa impotencia funcional.

Suele aliviarse al descender y cuando se ejerce acción directa sobre la zona dolorosa, que fundamentalmente afecta a rodillas y hombros.

En cuanto a los síntomas cutáneos, consisten en pinchazos y hormigueo. A veces la región afectada presenta enrojecimiento o aspecto jaspeado y puede acompañarse de sensación de frío o calor.

Enfermedad Descompresiva EDC tipo II

Es de mayor gravedad, precisando tratamiento en cámara hiperbárica. Los síntomas respiratorios que produce se caracterizan por la aparición de una tos, disnea y dolor en la espalda que no suele ceder al regresar al suelo.

También causa síntomas neurológicos, manifestándose en forma de accidente cerebral vascular o producirse afección de cualquier parte craneal.

Aparecen convulsiones, afecta a la visión haciéndola borrosa, y si el miedo es intenso, se puede producir un shock circulatorio.

Si no se asciende a altitudes superiores a los 6000 metros se puede decir que la Enfermedad Descompresiva EDC es casi seguro que no aparezca.

Asimismo, se recomienda estar en forma física aceptable, realizar una alimentación adecuada y evitar cualquier hábito tabáquico o de carácter alcohólico.

Hay que evitar ascensos rápidos en la Atmósfera que implique grandes cambios de presión barométrica.

En vuelo, el mejor tratamiento es descender a una altitud de por lo menos 10000 pies. Durante el descenso se administrará al sujeto oxígeno puro, colocándole en la posición de piernas levantadas y sobre el lado izquierdo, para evitar que las burbujas venosas lleguen al lado izquierdo del corazón.

Al individuo hay que supervisarlo al menos durante las siguientes 24 horas del vuelo, y si los síntomas persisten, es necesario el empleo de la cámara hiperbárica.